El cerebro humano es capaz de adaptarse a lo inesperado gracias a que cuenta con una red de neuronas que hace predicciones sobre el mundo que nos rodea y, además, monitoriza cómo de acertadas resultan esas predicciones. El núcleo de esa red se encuentra en la denominada corteza orbitofrontal, un área cerebral situada por encima de los ojos. Cuando está dañada en un paciente, éste suele confundir los recuerdos con la realidad y continuamente anticipa acontecimientos que es poco probable que sucedan.
Un nuevo estudio supervisado por el profesor Armin Schnider, de los Hospitales Universitarios de Ginebra (Suiza), y publicado en la revista Cortex, arroja luz sobre los mecanismos cerebrales que nos permiten anticiparnos a lo que ocurre y adaptarnos a sucesos inesperados. Analizando el cerebro de voluntarios sanos con ayuda de un escáner de resonancia magnética, Schnider y sus colegas analizaron cómo reaccionaban cuando, mirando rostros humanos, tenían que predecir en qué caras estaba a punto de aparecer una araña (estímulo potencialmente peligroso) o un círculo negro (estímulo neutro). El análisis del cerebro mostró que la zona encargada de crear expectativas reaccionaba igual en todos los casos una vez que se producían los acontecimientos, sin importar si lo que había ocurrido o dejado de ocurrir suponía una amenaza. El área cerebral encargada de procesar estímulos visuales, por el contrario, respondía con más intensidad al ver la araña.
“El comportamiento adaptativo supone la habilidad de reaccionar a estímulos potencialmente dañinos, caracterizados por emociones negativas, pero también debemos responder adecuadamente cuando eventos que habíamos anticipado no ocurren”, aclara Schnider.
Fuente: Muy Interesante
La Dopamina Maximiza las expectativas cerebrales:
Además de proporcionar sensación de bienestar, esta sustancia actúa en áreas de recompensa en el cerebro, aumentando las expectativas positivas. La dopamina es un neurotransmisor frequentemente asociado al placer. Saborear un buen alimento, por ejemplo, hace que neuronas de áreas específicas del cerebro sean rellenas por esta sustancia endógena. El resultado es la sensación de plenitud, que también hace que muchas personas abusen de medicamentos que en su mayor parte son ilícitos. Esa visión de la dopamina como molécula del placer, sin embargo, es limitada.
Al menos es lo que garantizan los neurocientistas de la University College de Londres, en Inglaterra: según ellos, el neurotransmisor tiene también la función de ayudarnos a prever el futuro. Pero no se trata de adivinación. En el artículo publicado en la revista Current Biology, los investigadores demostraron como la dopamina es importante en la evaluación de expectativas. Los voluntarios habían sido medicados con l-dopa, un precursor del neurotransmisor que aumenta la concentración de dopamina en el cerebro.
Luego, habían sido estimulados a pensar en 80 destinos turísticos, que incluían Grecia y Tailandia (con fotos y vídeos). Un nuevo encuentro fue marcado para el día después, cuando l-dopa ya habría ejercido sus efectos, para que ellos dijesen a cuáles sitios preferían viajar. Los resultados habían sido comparados a los de otro grupo sometido al mismo procedimiento; pero los participantes habían ingerido comprimidos que contenían vitamina C, sin efecto sustantivo en el cerebro.
En el laboratorio, los coordinadores del estudio notaron que los resultados de los participantes de los dos grupos fueron bien diferentes. Aquellos que habían ingerido l-dopa tuvieron una percepción mucho más placentera de los destinos elegidos. Según los autores, la explicación es simple: "pensar en el futuro con más niveles de dopamina en el cerebro y el mismo parecerá mucho más divertido".
Los investigadores resaltan, sin embargo, que de momento en que habían sido presentados a las rutas de vacaciones, todos los voluntarios tenían prácticamente el mismo “nivel de felicidad”, según cuestionarios de evaluación psicológica. Lo que cambió fue la forma como el cerebro procesó esas informaciones, lo que lleva a creer que ese neurotransmisor maximiza las expectativas de recompensa.
La manera como la dopamina ejerce este efecto, sin embargo, todavía es un misterio. El conocimiento de esa nueva faceta de la molécula todavía es incipiente. Estudios en esa área pueden abrir nuevos caminos para comprensión de como evaluamos el placer y el dolor; y hacemos elecciones con base en esas estimativas. Es un camino que puede ayudar a entender mejor la neurobiologia del optimismo.
Fuente: Mas Musculo
Mas cosas sobre la dopamina.
Hola!!
ResponderEliminarPues esta muy bien tu entrada, muy interesante, porqué hay cosas de nuestro cerebro que desconocemos.
Un beso